La noctámbula y (otra) resignada (5) - Hipertextual

Roma: -Mirá lo que estoy leyendo*, leé la introducción. La protagonista es una mezcla de nosotras 2.
M: -Guau, lo escribió uno de tus alteregos escritores?
Roma: -No, esto es de verdad, en una revista.
M: -Ah, igual no me sorprenderia que una de tus personalidades escriba en una revista.
Roma: -Bueno, pero lleva tiempo publicado, tendria que haber adivinado que ibas a dejar la agencia. Es más, incluso que ibas a entrar a una agencia.
M: -Yo no tuve tiempo de escribir una novela para evadirme, salí corriendo directamente.
Roma: -Exacto, en la parte que escribe para evadirse empiezo a ser yo.
M: -No vale, la que se va a la selva sos vos? Yo que me quedo haciendo en la maldita ciudad?
Roma: -No sé, si querés venite con migo, pero yo canté pri. El otro día hasta ensayé el mail para contarle a mi jefa que mi iba a vivir al congo.
M: -Mucho ensayo vos, pero al final me decidí primero yo con el trabajo real, que vos con el falso.
Roma: -Sí, aparte ya me está preocupando, tengo miedo de que me caiga alguna responsabilidad de verdad antes de dejarlo...
M:-Sos una tonta...
Roma: -Pero no importa, porque nos vamos a la jungla.
M:- Estoy leyendo el resto. Vos en la selva, cuidando animales?
Roma: -No no,  ese detalle hay que ajustarlo, como mucho sería voluntaria para cuidar niños.
M: -Ja Ja
Roma: -No te rías, te sorprenderías de lo bien que me estoy llevando con los chicos.
M: -Seguro, seguro.
Roma: Bueno, si me tratás así me voy con mi amor del bondi.
M: -Te das cuenta que estás re Intertextual? Todas menciones a entradas anteriores, y este diálogo entero trata sobre una crónica en una revista que nisiquiera escribiste vos. Sos puro texto secundario, diría creo que Steiner.
Roma: - Eh??? Callate, tenés que parecer un ser humano, no se puede notar que sos la voz de mi consciencia.
M: -La voz de tu consciencia es Lisa, yo soy real generalmente. Pero vos empezaste con el texto autoreflexivo.
Roma: -Basta, estás hablando de más.
M: -Estás alienada, no te sale escribir nada nuevo. Tenés que irte a escribir en piyama a una cabaña de madera al borde de un acantilado.
Roma: -Basta, me estás manipulando!
M: -Vos empezaste, que estabas filosófica y en vez de llamar a Lisa me llamaste a mí.


*El texto del que hablan es una crónica de Pilar Quintana publicada en el n° 3 de la revista Orsai y lo pueden leer acá desde la pág 85 en adelante. Es muy, muy, muy recomendable.